jueves, 28 de agosto de 2025

Memorias de Aurelio, legionario de Caesarobriga - El túnel secreto

Memorias de Aurelio, legionario de Caesarobriga - El túnel secreto
 
 
Aurelius Marcus Severus
 
“Me llamo Aurelius Marcus Severus, hijo de Hispania y soldado de Roma. Sirvo en Caesarobriga, ciudad floreciente del Tajo, donde el puente sostiene la vida y el comercio como si de venas y arterias se tratara.
 
Mi deber, junto a otros legionarios, era custodiar ese puente. No era una obra cualquiera: los ingenieros romanos lo hicieron más ancho y más elevado que un simple paso de piedra. En su interior, entre los sillares que lo sostenían, se abrió un túnel secreto. No fue obra vana ni caprichosa, sino necesidad de defensa. Allí guardábamos trigo y vino para el sustento, hierro y bronce para las armas, y desde allí movíamos tropas de un extremo al otro sin ser vistos.
 
 
El pueblo ignoraba lo que aquel puente albergaba. Solo nosotros, los soldados y los magistrados de Caesarobriga, conocíamos sus entrañas. Desde allí resistimos embates de enemigos y vigilamos el fluir del río. Aquel túnel era vida, fuerza y refugio.
 
 
Escribo estas palabras porque temo que algún día el puente deje de ser lo que es. El Tajo ruge con furia en las crecidas, y los hombres, con sus guerras, hieren lo que Roma levantó. Así fue: los arcos cedieron, las piedras se hundieron, y el túnel quedó enterrado bajo agua y lodo, condenado al olvido.
 
“Pons est anima urbis” —el puente es el alma de la ciudad.
“Flumina mutantur, sed memoria manet” —los ríos cambian, pero la memoria permanece.
 
 
Dejo estas memorias selladas en este pequeño cofre de madera y bronce, oculto entre dos sillares de la muralla, para que un día alguien las encuentre. Si Roma desaparece, que al menos perdure el recuerdo de lo que aquí defendimos.
 
 
Yo, Aurelio, doy testimonio. Que quien lea estas líneas sepa que bajo las piedras del puente de Caesarobriga latió, una vez, el corazón de Roma.”
 
Roma secreta servat
(Roma guarda secretos)
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
(N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


domingo, 24 de agosto de 2025

Las Murallas de Toledo... los días finales del Reino Taifa

Las Murallas de Toledo... los días finales del Reino Taifa
 
El Día del Patrimonio Mundial se celebra el 16 de noviembre en conmemoración de la firma de la Convención del Patrimonio Mundial en 1972 por la UNESCO, con el objetivo de proteger y preservar los sitios culturales y naturales de valor universal excepcional para las generaciones futuras
 
 
En las crónicas antiguas se cuenta que, en los días finales de la taifa, las murallas de Tulaytulah se alzaban como un coloso de piedra sobre el Tajo, con sus torres cuadradas vigilando el horizonte y sus corachas extendiéndose hasta las aguas, guardando celosamente el sustento de la ciudad. Detrás de aquellas murallas, los musulmanes se preparaban para la última resistencia.
 
 
El rey Alfonso VI de León y Castilla había puesto sitio a la ciudad, sabiendo que no era un enclave cualquiera: Toledo había sido la joya visigoda, el corazón espiritual de Hispania. Si lograba ceñir su estandarte sobre sus puertas —la de Bisagra, la de Alcántara, la del Cambrón— su poder resonaría en todos los reinos de la península.
 
Las huestes cristianas, con cruces bordadas en sus pendones, cercaban los arrabales norteños, desde la Antequeruela hasta el barrio de la Granja, mientras sus vigías oteaban las torres de Abades y Ben Alfarax. En la ribera del Tajo, los ingenieros montaban catapultas y torres de asalto frente a los puentes de San Martín y Alcántara, intentando quebrar el cerco de agua que mantenían las corachas musulmanas.
 

 
Dentro de la ciudad, la tensión crecía. El emir Al-Qádir, debilitado por las intrigas internas, miraba con temor cada día que pasaba. Los graneros menguaban, el pan se volvía más escaso, y las cisternas ya no recibían el mismo caudal del río. Los ancianos evocaban glorias pasadas; los jóvenes, enardecidos, prometían vender cara su derrota en las almenas.
 
Las noches eran largas: antorchas encendidas sobre los lienzos de muralla, el sonido metálico de las armas que se afilaban, los rezos que ascendían hacia el cielo desde mezquitas y oratorios. Y al amanecer, los cristianos hacían sonar cuernos y tambores, anunciando que el fin estaba cerca.
 
 
Finalmente, cuando los meses de asedio quebraron la resistencia del hambre y la esperanza, Al-Qádir comprendió que sus muros, por firmes que fueran, no podían sostener un reino dividido. En mayo del año 1085, aceptó la rendición y abrió las puertas al rey castellano.
 
Así, el 6 de mayo, las murallas de Toledo, que habían resistido tantas veces la furia de los siglos, vieron pasar bajo sus arcos no la ruina, sino el cambio del destino: la entrada de Alfonso VI, que tomó la ciudad en nombre de la cruz, marcando el fin del dominio musulmán y el renacer de Toledo como emblema de la Cristiandad.
 
Fue el ocaso de una era, pero también el comienzo de otra, y en aquellas piedras todavía resuena el eco de aquel asedio, cuando Tulaytulah resistía, orgullosa y altiva, antes de ceder al peso implacable de la historia.
 

 
Asedio y resistencia
 
Toledo: era la capital del Reino de Taifas de Toledo, un reino musulmán que había surgido tras la fragmentación del Califato de Córdoba.
 
Alfonso VI: El rey cristiano Alfonso VI de León y Castilla deseaba la ciudad no solo por su valor estratégico y cultural, sino también por su simbolismo como antigua capital visigoda.
 
La campaña: Alfonso VI utilizó una combinación de diplomacia y presión militar, apoyando al emir Al-Qádir en sus luchas internas a cambio de la entrega pacífica de Toledo.
 
La rendición: Tras meses de asedio y la reducción de los suministros, Al-Qádir, sintiéndose incapaz de resistir, aceptó las condiciones de rendición.
 
El resultado: El 6 de mayo de 1085, Toledo se entregó a Alfonso VI, marcando el fin del dominio musulmán en la ciudad y fortaleciendo la posición cristiana en la península ibérica.
 
 
Banco Cerámico de Toledo - Exposición Iberoamericana en Sevilla (1929)
 
Alfonso VI conquista Toledo el 25 de Mayo de 1085. En los lados figuran los retratos del P. Juan de Mariana y Garcilaso de la Vega, y los escudos de Talavera y Toledo.
 
Autoría: Firma el ceramista de Talavera Juan Ruiz de Luna.
 
 
Nunca dejes de soñar...
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
(N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


sábado, 23 de agosto de 2025

Yo soy la memoria del tiempo... el guardián de la verdadera historia acontecida...

Yo soy la memoria del tiempo... el guardián de la verdadera historia acontecida...
 
 
Yo soy la memoria de estas tierras, la voz de las piedras, el eco de los ríos que vieron marchar y llegar a pueblos enteros. 
 
 
Sobre mí caminaron los primeros guerreros que me poblaron: los vetones. Ellos levantaron sus verracos de piedra, guardianes mudos de los campos, mientras sus tribus luchaban por defender pastos y ganado. La sangre de sus lanzas nutrió mis suelos, y aún hoy resuena el hierro de sus armas primitivas.
 
 
Después vinieron los romanos. Yo los vi avanzar con disciplina, con legiones que parecían máquinas vivientes. Sobre mis colinas erigieron murallas, calzadas y puentes que todavía resisten. No llegaron con piedad, sino con ambición. Y aunque hablaron de civilización y leyes, sus conquistas trajeron fuego, sometimiento y tributos. De sus victorias surgió la escritura que los glorificó, porque, como siempre, la historia la escriben los vencedores.
 
 
Más tarde, los visigodos, herederos de la ruina romana, ocuparon mis ciudades. Eran señores orgullosos, guerreros de clanes y reyes inestables. Las luchas internas, las traiciones palaciegas y la ambición de poder desgarraron sus reinos. Yo fui testigo de su esplendor frágil y de su inevitable caída, cuando la discordia abrió las puertas a otros conquistadores.
 
 
Entonces, desde el sur, cruzaron los musulmanes. Con rapidez y fiereza tomaron mis fortalezas, mis iglesias, mis valles. Trajeron consigo nuevas lenguas, ciencias y costumbres, pero también impusieron su dominio con la espada. Durante siglos mis tierras se dividieron entre la media luna y la cruz, entre la tolerancia y la guerra santa. Cada frontera era un campo de muerte, y cada tregua, un engañoso respiro.
 
 
Y con el paso del tiempo surgieron los caballeros medievales. Con armaduras relucientes y cruces en los estandartes, clamaban que luchaban por la fe y la libertad. Pero yo los vi también saquear aldeas, incendiar cosechas, vender la guerra como negocio y la fe como excusa. Tras sus victorias dejaron hambre, tras sus derrotas, ruina. Sus gestas fueron cantadas por trovadores, pero la verdad quedó sepultada bajo los cantares de gloria.
 
 
Siglos enteros me contemplaron como campo de batalla. El estruendo de espadas, el hambre de los pobres, las lágrimas de las madres y los engaños de los poderosos fueron mi pan diario. Los que vencieron escribieron pergaminos, y los que perdieron se perdieron conmigo en el silencio de la tierra.
 
 
Epílogo
 
Así soy yo, la península ibérica: tierra de invasiones, de luchas interminables, de mezclas forzadas y sangrientas. 
 
Cada conquista prometió un orden nuevo, cada vencedor creyó traer un futuro más fuerte. Pero tras las huellas de todos ellos quedó lo mismo: destrucción, muerte y cenizas. 
 
Las invasiones me moldearon, me hicieron lo que soy, pero también me recordaron una amarga verdad: la guerra nunca trae libertad duradera, solo cambia de amo al esclavo.
 
 
La Historia la escriben siempre los vencedores...
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
(N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


jueves, 21 de agosto de 2025

La Ciudad de las Tres Culturas (Siglos de Leyendas 2) - Recopilación de 9 relatos "inquietantes" en la Provincia de Toledo

La Ciudad de las Tres Culturas (Siglos de Leyendas 2) - Recopilación de 9 relatos "inquietantes" en la Provincia de Toledo
 
 
 
La leyenda del túnel secreto de San Servando (Entre el misterio y la épica medieval) Versión I
https://elrealdesanvicente13.blogspot.com/2025/08/la-leyenda-del-tunel-secreto-de-san.html?m=1
 
La leyenda del túnel secreto de San Servando (Crónica antigua) Versión II
https://elrealdesanvicente13.blogspot.com/2025/08/la-leyenda-del-tunel-secreto-de-san_17.html?m=1
 
La leyenda del túnel secreto de San Servando (Códice Medieval) Versión III
https://elrealdesanvicente13.blogspot.com/2025/08/la-leyenda-del-tunel-secreto-de-san_26.html?m=1
 
 
Catalina la bruja "inocente" en vida... pasó a ser la bruja "implacable" tras su muerte...
https://elrealdesanvicente13.blogspot.com/2025/08/catalina-la-bruja-inocente-en-vida-paso.html?m=1
 
 
"La quietud de Toledo" (Invasión Alienígena) - Introducción (Parte I)
https://elrealdesanvicente.blogspot.com/2025/08/la-quietud-de-toledo-invasion-alienigena.html?m=1
 
"La quietud de Toledo" (Invasión Alienígena) - Un relato de Ciencia Ficción y Terror (Parte II)
https://realdesanvicentepuebloconencanto.blogspot.com/2025/08/la-quietud-de-toledo-invasion.html?m=1
 
 
La maldición del Castillo Templario de San Servando (Despierta de su eterno silencio) - Leyenda de los cuadros
https://elrealdesanvicente.blogspot.com/2025/08/la-maldicion-del-castillo-templario-de.html?m=1
 
 
 
 
RECOPILACIÓN
 
La Ciudad de las Tres Culturas (Siglos de Leyendas) - Recopilación de 22 relatos "inquietantes"...
https://realdesanvicentepuebloconencanto.blogspot.com/2025/08/la-ciudad-de-las-tres-culturas-siglos.html?m=1
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
(N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


domingo, 17 de agosto de 2025

La leyenda del túnel secreto de San Servando (Códice Medieval) Versión III

La leyenda del túnel secreto de San Servando (Códice Medieval) Versión III

¿Hubo en realidad un túnel que unía el Castillo de San Servando con el Puente de Alcántara...?

¿Existe en verdad hoy en día... un túnel sellado por los Caballeros Templarios (que pasa desapercibido) en los subterráneos del Castillo de San Servando...?
 
 
In Christi nomine, anno Domini post mille et centum annos translatos.
 
(En el nombre de Cristo, en el año de nuestro Señor, después de transcurridos mil cien años).
 
Refieren los más antiguos anales y aún murmura la voz del pueblo, que en los subterráneos del Castillo de San Servando, firme guardián del puente y atalaya de la muy noble ciudad de Toledo, mandaron los caballeros y maestros de la Reconquista abrir secreto pasaje en la dura peña.
 
Dicho pasaje, más oculto que luz de luna en noche cerrada, desciende con artificio bajo las entrañas de la roca, y atravesando el curso del Tajo, discurre encubierto bajo las piedras del Puente de Alcántara. Tiene, según los viejos códices susurran, setenta y dos varas de hondura y largura, y su salida hállase en el torreón de occidente, donde con cautela podían mostrarse los hombres de armas, ora para escapar del cerco, ora para acometer con nueva fuerza al enemigo.
 
 
Fue este artificio ordenado para que, en caso de asedio, los defensores tuviesen salida y entrada a víveres, panem et aquam, 
(pan y agua), así como a armas y socorro, sin ser descubiertos por ojos de moros ni traidores. Asimismo servía de senda invisible por donde tropas de caballeros podían trocar de sitio, confundir al adversario y mantener el castillo como inexpugnable fortaleza de Cristo.
 
Non multos (no muchos) se les reveló tal secreto, y a los pocos fue impuesto silencio sub (bajo) juramento sacro, pues de aquel corredor dependía la defensa de toda la ciudad, urbs regia et sacra (Ciudad real y sagrada), para que jamás cayese en manos extrañas.
 
Dicunt veteres (dicen los viejos) que esta fue la verdadera artimaña de la Reconquista, pues más que por hierro y espada, Toledo quedó para siempre guardada por el ingenio y la astucia de sus hijos. Y así, bajo piedras y sobre aguas, se escondió un misterio de guerra santa, cuyo eco aún resuena en los muros viejos, cual suspiro de tiempos idos: “Ne Toledo umquam iterum amittatur” — (que Toledo no se pierda nunca más).
 
 
La leyenda del túnel secreto de San Servando (Entre el misterio y la épica medieval) Versión I
 
La leyenda del túnel secreto de San Servando (Crónica antigua) Versión II

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El puente de Alcántara (del árabe القنطرة al-qanţaratu, "puente").
Longitud: 83 metros
 
En la actualidad cuenta con dos arcos. Situado a los pies del castillo de San Servando y junto a la Puerta de Alcántara, se tiene constancia de su construcción en la época romana, en la fundación de Toletum. 
 
 
Fue muy dañado y reconstruido en el siglo X. Es cuando desaparece el tercer arco, reducido a un portillo con arco de herradura. 
 
Era uno de los puentes que daba entrada a la ciudad y era en el Medioevo entrada obligada para todo peregrino.
Bajo el reinado de Alfonso X sufrió graves desperfectos y fue reconstruido. A este último período pertenece el torreón occidental, luego modificado y decorado bajo el reinado de los Reyes Católicos, cuyas armas decoran sus muros. 
Falta en ellas el fruto de la granada, pues la Reconquista aún no había concluido.
El torreón oriental fue reemplazado por un arco triunfal barroco en 1721, dado su estado ruinoso.
 
 
El puente presenta dos pares de apartaderos, uno clásico coronando los amplios contrafuertes del arco fluvial hacia la entrada a la ciudad, mientras que el otro par consiste en dos hendiduras rectangulares en voladizo hacia el arco de acceso al puente.
 

 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Guía de Montaña


La leyenda del túnel secreto de San Servando (Crónica antigua) Versión II

La leyenda del túnel secreto de San Servando (Crónica antigua) Versión II

¿Hubo en realidad un túnel que unía el Castillo de San Servando con el Puente de Alcántara...?
 
¿Existe en verdad hoy en día... un túnel sellado por los Caballeros Templarios (que pasa desapercibido) en los subterráneos del Castillo de San Servando...?

En los anales que algunos escribieron y en las memorias que el vulgo calla, se dice que los caballeros que custodiaban la fortaleza de San Servando, tras la toma de la ciudad de Toledo por las huestes del rey don Alfonso, mandaron labrar en la dura entraña de la roca un pasadizo secreto, cuyo propósito no era otro que asegurar la defensa y el socorro de la plaza, si acaso los enemigos volvían a ceñirla de nuevo con hierro y fuego.
 
El dicho túnel, que no se muestra a la vista ni se pregona en voz alta, baja desde los subterráneos del castillo y, atravesando por debajo del puente y del río Tajo, discurre oculto bajo las piedras del Puente de Alcántara. Tiene, según la tradición refiere, setenta y dos varas de longitud, yendo a dar su boca en el torreón occidental, donde con astucia y disimulo podían salir o entrar quienes conocían el secreto.
 
 
Tal obra fue concebida como vía de escape en caso de cerco, mas también como senda invisible por donde se introducían bastimentos, armas y vituallas, sin ser descubiertos por ojos enemigos. De igual manera, servía para mover compañías de soldados de un lado a otro, haciendo creer al adversario que el castillo estaba falto de socorro, cuando en verdad era sostenido desde sus entrañas.
 
Muy pocos supieron de este artificio, y a los que les fue revelado se les impuso silencio riguroso, pues de aquel corredor dependía no sólo la vida de los defensores, sino la misma permanencia de Toledo en poder de la cristiandad.
 
Aseguran algunos que este ardid fue la verdadera fortaleza invisible que hizo que la ciudad, ganada por la fe y el valor, jamás fuese entregada de nuevo. Así, bajo las piedras y sobre las aguas, quedó guardado un secreto que ni el tiempo ni las ruinas han de borrar del todo, y que todavía resuena como murmullo de viejas guerras en las entrañas del Castillo de San Servando.
 
 
La leyenda del túnel secreto de San Servando (Entre el misterio y la épica medieval) Versión I

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El puente de Alcántara (del árabe القنطرة al-qanţaratu, "puente").
Longitud: 83 metros
 
En la actualidad cuenta con dos arcos. Situado a los pies del castillo de San Servando y junto a la Puerta de Alcántara, se tiene constancia de su construcción en la época romana, en la fundación de Toletum. 
 
 
Fue muy dañado y reconstruido en el siglo X. Es cuando desaparece el tercer arco, reducido a un portillo con arco de herradura. 
 
Era uno de los puentes que daba entrada a la ciudad y era en el Medioevo entrada obligada para todo peregrino.
Bajo el reinado de Alfonso X sufrió graves desperfectos y fue reconstruido. A este último período pertenece el torreón occidental, luego modificado y decorado bajo el reinado de los Reyes Católicos, cuyas armas decoran sus muros. 
Falta en ellas el fruto de la granada, pues la Reconquista aún no había concluido.
El torreón oriental fue reemplazado por un arco triunfal barroco en 1721, dado su estado ruinoso.
 
 
El puente presenta dos pares de apartaderos, uno clásico coronando los amplios contrafuertes del arco fluvial hacia la entrada a la ciudad, mientras que el otro par consiste en dos hendiduras rectangulares en voladizo hacia el arco de acceso al puente.
 

 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Guía de Montaña


La leyenda del túnel secreto de San Servando (Entre el misterio y la épica medieval) Versión I

La leyenda del túnel secreto de San Servando (Entre el misterio y la épica medieval) Versión I
 
¿Hubo en realidad un túnel que unía el Castillo de San Servando con el Puente de Alcántara...?
 
¿Existe en verdad hoy en día... un túnel sellado por los Caballeros Templarios (que pasa desapercibido) en los subterráneos del Castillo de San Servando...?
 
 
Cuenta una vieja leyenda que en las entrañas de piedra del Castillo de San Servando, los maestros canteros y soldados de la Reconquista alzaron algo más que murallas. Allí, oculto bajo la roca, nació un pasaje secreto, un túnel que desciende hacia el río Tajo y atraviesa sus 83 metros oculto bajo el Puente de San Servando, para reaparecer en el torreón occidental.
 
No era obra caprichosa, sino artimaña de guerra: una vía de escape en caso de asedio, un sendero oculto para traer víveres sin ser vistos, o un camino de sombras para mover tropas bajo la mirada del enemigo.
 
 
Muy pocos conocían su existencia, y quienes lo sabían juraban silencio, pues de aquel corredor subterráneo dependía la vida de la ciudad. Dicen que fue la llave para que Toledo, conquistada a sangre y fe, nunca más cayera en manos extrañas.
 
Un secreto guardado en piedra, un eco que aún resuena bajo los muros del castillo… y que recuerda cómo la astucia, tanto como la espada, ayudó a sostener la ciudad eterna.
 

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El puente de Alcántara (del árabe القنطرة al-qanţaratu, "puente").
Longitud: 83 metros
 
En la actualidad cuenta con dos arcos. Situado a los pies del castillo de San Servando y junto a la Puerta de Alcántara, se tiene constancia de su construcción en la época romana, en la fundación de Toletum. 
 
 
Fue muy dañado y reconstruido en el siglo X. Es cuando desaparece el tercer arco, reducido a un portillo con arco de herradura. 
 
Era uno de los puentes que daba entrada a la ciudad y era en el Medioevo entrada obligada para todo peregrino.
Bajo el reinado de Alfonso X sufrió graves desperfectos y fue reconstruido. A este último período pertenece el torreón occidental, luego modificado y decorado bajo el reinado de los Reyes Católicos, cuyas armas decoran sus muros. 
Falta en ellas el fruto de la granada, pues la Reconquista aún no había concluido.
El torreón oriental fue reemplazado por un arco triunfal barroco en 1721, dado su estado ruinoso.
 
 
El puente presenta dos pares de apartaderos, uno clásico coronando los amplios contrafuertes del arco fluvial hacia la entrada a la ciudad, mientras que el otro par consiste en dos hendiduras rectangulares en voladizo hacia el arco de acceso al puente.
 

 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Guía de Montaña