Pueblos de Toledo (Guías Turísticas, Rutas y lugares de interés): Qué tendrá la luna

domingo, 14 de diciembre de 2025

Qué tendrá la luna - La magia de la IA

Qué tendrá la luna - La magia de la IA

Yo soy la luna

Yo soy la luna,
la misma desde el principio,
la que aprendió a mirar
antes de aprender a brillar.

He visto nacer el fuego
en manos temblorosas,
he sido espejo de agua
para los primeros miedos,
reloj sin números
cuando el tiempo aún no tenía nombre.

Me miraron con asombro
los que dormían en cuevas,
me rezaron en silencio,
me temieron,
me amaron
sin saber por qué.

He seguido pasos errantes,
barcas que no volvieron,
besos robados en la sombra,
guerras que no quise alumbrar
y promesas hechas
bajo mi luz prestada.

Cada noche me alzo
sin preguntar a quién consuelo,
ilumino igual al rey y al mendigo,
al niño que sueña
y al anciano que recuerda.

Me señalan, me nombran,
me llenan de mitos,
me creen diosa, destino, augurio,
y yo solo soy testigo
del latido incansable de la Tierra.

Cuando me miras,
crees que estás solo,
pero yo te he visto antes,
y te veré después,
porque mientras exista la noche
seguiré contando historias
sin voz,
con luz.

La Luna

Soy la luna, y desde que la humanidad aprendió a alzar la mirada, he estado ahí. Antes de las palabras, antes de los calendarios, ya iluminaba la Tierra con la misma paciencia con la que hoy lo hago. He visto a los primeros hombres reunirse en torno al fuego, señalarme con temor y asombro, preguntarse qué era yo y por qué volvía siempre.

He sido guía en la noche y refugio para los miedos. Bajo mi luz caminaron cazadores, descansaron viajeros y se contaron historias que aún resuenan en el silencio. Me ofrecieron nombres distintos, me hicieron diosa, presagio, reloj del tiempo. Yo los observaba a todos sin juzgar, reflejando una luz que no me pertenece, pero que aprendí a entregar.

He visto crecer ciudades donde antes solo había sombra, he visto caer imperios que creían eternos. He iluminado guerras que no entendí y celebraciones que llenaron la noche de música y esperanza. He sido cómplice de amores secretos, de despedidas sin palabras, de promesas hechas mirando al cielo.

Cada vez que alguien me mira, siento ese antiguo vínculo renovarse. No importa la época ni el lugar: los ojos que me buscan cargan las mismas preguntas, el mismo deseo de no estar solos en la oscuridad. Yo los miro de vuelta, silenciosa, constante, recordándoles que el tiempo pasa, pero la luz regresa.

Sigo aquí, girando sobre un mundo que cambia sin descanso. Y mientras exista una noche y alguien que levante la vista, seguiré iluminando la Tierra, guardando en mi memoria la historia de todos.