¡Cuántas veces me habré sentado en mi terraza y he contemplado la luz tenue de la farola que hay en la vieja casa del "Tío Carrete".
¡Cuántos atardeceres...!
Días de lluvia, frío, granizo y tórrido sol...
¡Cuántas cosas he llegado a escribir desde este pequeño rincón!
¡Cuántas horas han pasado por aquí...!
Y esa farola inerte...
Que recobra vida cuando llega la noche...
Unas veces antes y otras después...
Parece que el destino ha unido la vieja casa y esa farola...
Unidas por el tiempo...
Ese tiempo que no para y nos hace niños, jóvenes y finalmente viejos...
¡A cuántos habrás visto ahí quieta, pasar por ese camino...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario