Muralla y torres albarranas
La muralla y torres albarranas de Talavera es un
conjunto defensivo que protegía dicha ciudad de la provincia de Toledo, en España, que
llegó a contar con tres recintos amurallados, cuyos trazados eran tangenciales
a la alcazaba árabe. Actualmente se conserva buena parte de la muralla del
primer recinto, el más antiguo, y algunos restos del segundo. Todo ello está
catalogado como bien de interés cultural con la
categoría de monumento.
Talavera de la Reina
Primer recinto
El primer recinto, denominado "La Villa", fue mandado construir
por Abderramán III en el s. IX -X, y es el más antiguo y monumental. Fue construido por
los árabes siguiendo, posiblemente, el trazado de una
muralla romana o visigoda anterior. La finalidad de su construcción fue la
de formar, junto a la alcazaba —también árabe—, un conjunto defensivo que
convirtiera la ciudad de Talabira o Medina al Talabaira, en una de las numerosas plazas fuertes y fortificaciones que protegían la
frontera de los dominios musulmanes durante el siglo X.
Esta muralla es, posiblemente, la única de su tipo que se conserva en España. Su material principal son sillares de piedra, muchos
de ellos reaprovechados de construcciones romanas —hay incluso lápidas de esta
época usadas como material— y piedras sin labrar unidas con argamasa. A lo largo de su trazado se puede constatar la
existencia de un buen número de torres de planta cuadrada, y otras
semicirculares que constituyen el elemento más antiguo de la fortaleza —siglo IX—. Además, la muralla está reforzada y protegida
por torres albarranas que se construyeron ya en época cristiana, en los siglos XIII-XIV.
Los abundantes vestigios del primer recinto
amurallado se conservan actualmente en las calles Carnicerías, Corredera del
Cristo, Charcón, Entretorres y Ronda del Cañillo. Han llegado hasta nuestros
días ocho de las 17 torres albarranas. Las puertas se han perdido
completamente, a excepción de los restos de uno de los torreones semicirculares
de la Puerta de Mérida. También se conserva el escudo y Virgen gótica que
presidían la Puerta de San Pedro, actualmente alojados en la Basílica del Prado.
Segundo y tercer recinto
El segundo y tercer
recinto fueron construidos para cercar los dos arrabales de la ciudad. El segundo
recinto protegía los Arrabales Mayores o Nuevos, mientras que el tercer recinto
rodeaba los Arrabales Viejos. Datan de los siglos XII y XIII, y fueron levantados en
tapiería, es decir, tapial de barro. Sufrieron durante siglos ampliaciones e
incorporaciones, y llegaron a contar con numerosas puertas. Sin embargo, la
falta de mantenimiento tras perder su función defensiva y los derribos del siglo XIX llevaron a su casi total desaparición. Del segundo recinto se
conserva su arranque junto a la alcazaba, así como la puerta de Sevilla —siglo XVI—, la Torre del
Polvorín, parte de la puerta de Zamora y un torreón en la plaza de San Miguel —posteriormente
reutilizado como campanario de la iglesia del mismo nombre—. Del tercer recinto
únicamente se conservan varios escudos de la Puerta de Cuartos, y en los
últimos años se han descubierto algunos vestigios de sus cimientos.
Las
puertas de los recintos
Entre las numerosas
puertas de los tres recintos amurallados, se pueden citar las siguientes:
·
Puerta de San Pedro, en la actual calle
Arco de San Pedro. Fue destruida en 1885.
·
Puerta de Mérida, junto a la actual Casa
de Panadería. Fue desmontada en 1881.
·
Puerta del Río, que daba acceso al
puente viejo. Fue derribada en 1862.
·
Puerta Nueva o de las Cebollas. Estaba
situada en la calle Corredera del Cristo, junto al Teatro Palenque.
·
Puerta de las Pescaderías o del Alcázar.
Se situó en la actual calle Pescaderías.
·
Puerta del Sol, que desembocaba en la
calle del mismo nombre.
·
Puerta de Toledo, en la confluencia de
la calle Cañada de Alfares con la calle de San Francisco. Fue demolida en 1861.
·
Puerta del Postiguillo, al finalizar la
calle del mismo nombre.
·
Puerta de las Alcantarillas Nuevas o de
la Villa. Se ubicaba al final de la calle Cerería.
·
Postigo de Vengamedel, en las
inmediaciones de la calle Cerería y Portiña de San Miguel.
·
Postigo de Nazar, situado en la calle de
los Siete Linajes, hoy José Luis Gallo, comunicaba la Plaza del Pan con el
río Tajo.
·
Puerta de las Alcantarillas Viejas o del
Pópulo, cercana a la Plaza del Puente Pópulo.
·
Puerta de la Miel. Se hallaba en las
inmediaciones de la zona de Puente Moris.
·
Puerta de Cuartos, en la plaza del mismo
nombre.
·
Puerta de Zamora, parcialmente
conservada parte en la plaza del mismo nombre.
·
Puerta de Sevilla, conservada en la
calle Carnicerías.
Torres albarranas
Esta característica construcción adosada al primer recinto amurallado hizo
que Talavera fuera considerada como una de las ciudades más seguras durante
siglos. Edificadas en mampostería con sillería en las esquinas y en sus
elevadísimos arcos, estas enormes torres de planta rectangular dejaban
discurrir debajo de ellas el foso, y sus frentes se enlazaban con otro recinto
defensivo paralelo al principal, la barbacana. Son de origen cristiano y fueron
levantadas en el siglo XIII.
Se conservan ocho torres albarranas completas en las calles Carnicerías,
Corredera del Cristo —en una de ellas se aloja la capilla del Cristo de los
Mercaderes— y Charcón. Los restos de otras dos se pueden observar en el
yacimiento arqueológico de Entretorres.
El escudo de Talavera recoge como símbolo más representativo de la ciudad
la torre albarrana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario