domingo, 24 de agosto de 2025

Las Murallas de Toledo... los días finales del Reino Taifa

Las Murallas de Toledo... los días finales del Reino Taifa
 
El Día del Patrimonio Mundial se celebra el 16 de noviembre en conmemoración de la firma de la Convención del Patrimonio Mundial en 1972 por la UNESCO, con el objetivo de proteger y preservar los sitios culturales y naturales de valor universal excepcional para las generaciones futuras
 
 
En las crónicas antiguas se cuenta que, en los días finales de la taifa, las murallas de Tulaytulah se alzaban como un coloso de piedra sobre el Tajo, con sus torres cuadradas vigilando el horizonte y sus corachas extendiéndose hasta las aguas, guardando celosamente el sustento de la ciudad. Detrás de aquellas murallas, los musulmanes se preparaban para la última resistencia.
 
 
El rey Alfonso VI de León y Castilla había puesto sitio a la ciudad, sabiendo que no era un enclave cualquiera: Toledo había sido la joya visigoda, el corazón espiritual de Hispania. Si lograba ceñir su estandarte sobre sus puertas —la de Bisagra, la de Alcántara, la del Cambrón— su poder resonaría en todos los reinos de la península.
 
Las huestes cristianas, con cruces bordadas en sus pendones, cercaban los arrabales norteños, desde la Antequeruela hasta el barrio de la Granja, mientras sus vigías oteaban las torres de Abades y Ben Alfarax. En la ribera del Tajo, los ingenieros montaban catapultas y torres de asalto frente a los puentes de San Martín y Alcántara, intentando quebrar el cerco de agua que mantenían las corachas musulmanas.
 

 
Dentro de la ciudad, la tensión crecía. El emir Al-Qádir, debilitado por las intrigas internas, miraba con temor cada día que pasaba. Los graneros menguaban, el pan se volvía más escaso, y las cisternas ya no recibían el mismo caudal del río. Los ancianos evocaban glorias pasadas; los jóvenes, enardecidos, prometían vender cara su derrota en las almenas.
 
Las noches eran largas: antorchas encendidas sobre los lienzos de muralla, el sonido metálico de las armas que se afilaban, los rezos que ascendían hacia el cielo desde mezquitas y oratorios. Y al amanecer, los cristianos hacían sonar cuernos y tambores, anunciando que el fin estaba cerca.
 
 
Finalmente, cuando los meses de asedio quebraron la resistencia del hambre y la esperanza, Al-Qádir comprendió que sus muros, por firmes que fueran, no podían sostener un reino dividido. En mayo del año 1085, aceptó la rendición y abrió las puertas al rey castellano.
 
Así, el 6 de mayo, las murallas de Toledo, que habían resistido tantas veces la furia de los siglos, vieron pasar bajo sus arcos no la ruina, sino el cambio del destino: la entrada de Alfonso VI, que tomó la ciudad en nombre de la cruz, marcando el fin del dominio musulmán y el renacer de Toledo como emblema de la Cristiandad.
 
Fue el ocaso de una era, pero también el comienzo de otra, y en aquellas piedras todavía resuena el eco de aquel asedio, cuando Tulaytulah resistía, orgullosa y altiva, antes de ceder al peso implacable de la historia.
 

 
Asedio y resistencia
 
Toledo: era la capital del Reino de Taifas de Toledo, un reino musulmán que había surgido tras la fragmentación del Califato de Córdoba.
 
Alfonso VI: El rey cristiano Alfonso VI de León y Castilla deseaba la ciudad no solo por su valor estratégico y cultural, sino también por su simbolismo como antigua capital visigoda.
 
La campaña: Alfonso VI utilizó una combinación de diplomacia y presión militar, apoyando al emir Al-Qádir en sus luchas internas a cambio de la entrega pacífica de Toledo.
 
La rendición: Tras meses de asedio y la reducción de los suministros, Al-Qádir, sintiéndose incapaz de resistir, aceptó las condiciones de rendición.
 
El resultado: El 6 de mayo de 1085, Toledo se entregó a Alfonso VI, marcando el fin del dominio musulmán en la ciudad y fortaleciendo la posición cristiana en la península ibérica.
 
 
Banco Cerámico de Toledo - Exposición Iberoamericana en Sevilla (1929)
 
Alfonso VI conquista Toledo el 25 de Mayo de 1085. En los lados figuran los retratos del P. Juan de Mariana y Garcilaso de la Vega, y los escudos de Talavera y Toledo.
 
Autoría: Firma el ceramista de Talavera Juan Ruiz de Luna.
 
 
Nunca dejes de soñar...
 
 
David Miguel Rubio
Promotor Turístico en Castilla - La Mancha
Informador Turístico
(N° Reg. EXP/ITL/RDM-0019)
Guía de Montaña


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